El sistema de frenado automático en ciudad está compuesto por sensores que escanean el entorno 50 veces por segundo midiendo la distancia y velocidad de los vehículos que se encuentran delante. Si estos se detienen de manera imprevista, se aplican los frenos de manera automática para reducir las consecuencias de un impacto o, en ocasiones, prevenirlos totalmente. 

Estos faros tienen el doble de potencia que los convencionales, y cuentan con la tecnología adaptativa y dinámica más avanzada para ofrecer mayor confort y seguridad. El ancho y profundidad del haz de luz de los faros se modifica de acuerdo a la velocidad de circulación y la situación de manejo, ya sea en maniobras de estacionamiento, en giros de baja velocidad o cuando el camino es sinuoso. 

Sistema de estacionamiento asistido

Al ser activado por el conductor, el sistema asiste en el estacionamiento paralelo y perpendicular. Se encarga de encontrar lugar para estacionar y realizar los giros de volante necesarios para la maniobra. Al detectar un espacio disponible, indica al conductor que debe pasar el cambio a reversa para que el vehículo tome el control de manera que el conductor sólo operará el acelerador y el freno.